Durante octubre y noviembre, Porter nos introdujo en la etapa que gira al rededor de su nuevo EP, Las Batallas del Tiempo. Poco a poco dieron a conocer cada uno de los cuatro tracks que conforman el material y algunas presentaciones. Aunque estas noticias fueron apresuradas, lograron mandar hasta la luna a los seguidores de la banda y eso se notó con su Sold Out en el Teatro Metropólitan; recinto que, desde el cierre de la gira Moctezuma, hace dos años, aguardó su regreso. Esta vez, la banda volvió para algo distinto, iniciar la Gira del Tiempo.
Para quienes se dieron cita en el lugar, la noche inició en punto de las 21:00, cuando finalmente se abrió el telón y la banda salió al escenario. Entre luces de colores que los abordaron desde cualquier ángulo, la portada del nuevo disco como fondo azul y cada músico con un jorongo de color negro, dieron un salto al pasado para tocar “Host of a Ghost”, que dió como resultado una especie de bienvenida a gritos por parte del público. Continuaron a intercalar un poco con “M Bosque”, “Daphne” y, para uno de los momentos más esperados, se escuchó la primer canción del nuevo material, “Bandera”. Durante esta canción, lentamente bajó una especia de cabeza con dos caras que se mantuvo suspendida encima de la banda e iluminada por los reflectores que generaron una luz roja sobre el escenario.
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Después, comenzó a sonar la percusión y el bajo que anunció “Cuxillo”. A pesar de que, para este momento, no se sintió una entrega total por parte del público, el ruido no se hizo esperar para “Cuervos” y “Vaquero Galáctico”. En “Pájaros”, David Velasco, llamó a un niño y una niña, quienes poco a poco fueron ganando confianza hasta dirigir sus voces al micrófono que el vocalista les acercó, para que cantaran un poco de los coros. Entre aplausos presentaron a Matías y Mila, también revelaron que fueron ellos quienes grabaron los coros en la canción.
Siguieron con “La China” y “Huracancún”; momento que David aprovechó para decir: “Gracias, México. Qué bonito cantas, chingao”. “Himno Eterno” mantuvo un poco del trance que infundieron en los espectadores, pero “Murciélago” desató la energía y los saltos. “Rincón Yucateco” mantuvo la emoción y con “Xoloitzcuintle Chicloso” aumentaron el ritmo del baile.
Las luces bajaron, la cabeza suspendida subió hasta desaparecer y el acto siguiente fue un ambiente un tanto ceremonial. El sonido de un sintetizador, David con una guitarra y su voz dieron la entrada de “¿Qué Es el Amor?”, hasta el momento en el que todos los intrumentos aportaron para continuar y terminar la canción.
El final de la presentación estaba cerca, pero las últimas canciones exponenciaron el ánimo de la multitud. “Espiral” agitó los brazos en el aire hasta el momento en el que el vocalista se detuvo para preguntar si todos estaban listos; despué la gente explotó en gritos y brincos hasta el final de la canción. El ritmo de las palmas siguió a la banda en “Palapa”. Y para finalizar, se escuchó “Huitzil” en una sola y ensordecedora voz, del público y el vocalista. Las lucez alumbraron el lugar y una ola de aplausos se dirigió a la banda. Antes de marcharse, la banda agradeció a los asistentes y ofreció un aplauso más para el público. De esta manera, Porter desapareció tras el telón, a las 23:47.
A pesar de que los seguidores de la banda conocieron la última canción del EP Las Batllas del Tiempo, un día antes de la presentación, muchos de los asistentes lograron corear todas y cada una de las canciones, sin titubear. Y para los que no lograron esto, les da una razón más para esperar el regreso de Porter a la Ciudad de México; o verlos en su presentación durante la edición del Festival Catrina 2018.
Fotografía: Emmanuel V. Molina.