Influenciado por su familia. El hecho de estar lejos de ella. Sus orígenes y mantener un lado creatvo que a su vez alimenta su parte positiva, Julián Plascencia se refugió en una identidad que no es la suya. Agarró instrumentos que sí son suyos y dedico a los suyos un disco, cuyo nombre nos lleva a pensar ¿y si los nuestros vivieran del otro lado del mundo?
Usando diversas vertientes del rock, desde el ealternativo hasta el progresivo, pasando por el grunge, James Golan, creó un trabajo excelso. Dueño de sonidos extraños pero interesantes.
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James es una persona que vive su vida entres países. Por un lado está México país que lo vio nacer. Después está EEUU, el que lo vio crecer, aunque sea en gustos indirectos. Y por último Israel, ese país que vive en conflicto permamente pero de música generosa.
Si bien James a tocado con diversos proyectos israelíes, también saca frases sampleadas en sus directos, quizás todos somos robots y nadie nos lo ha dicho.