En un mundo lleno de canciones pop radiofónicas sobreproducidas y muy programadas que son descartadas de fábrica, es absolutamente refrescante estar sentado con los auriculares puestos y experimentando “Gold Control”. Se pierde el arte del álbum, la experiencia de un álbum. Aqui no. Este es el cuarto LP de JEEN en esta década y no decepciona. De hecho, deleita. Gold Control sigue la misma trayectoria que sus predecesores manteniendo su propia identidad. Grunge. Cochera. Psico-rock. Punk. Matices de Shoegaze. Sus influencias continúan brillando a medida que las convierte en su propio vehículo con facilidad mientras se aleja de las muchas veces temidas etiquetas de género. Confuso, embriagador, hedonista y esperanzador.

A pesar de la letra “It’s all I got inside me”, el sencillo principal “Just Shadows”, que se lanzará el 7 de julio, es el primer paso firme perfecto para este luminoso ten tracker. Su ritmo rápido y frenético rebota y transporta al oyente a esas noches sudorosas comunitarias en clubes subterráneos llenos de gente poco fiable con la banda a cinco pies de distancia haciendo que todos se sientan como uno solo.

Lee también: Llega a México Shé presentando “Tiempo”

En “Hold My Head Up Higher” JEEN une fuerzas creativas una vez más con su colaborador desde hace mucho tiempo, el músico y productor independiente canadiense Ian Blurton. Ian ha asumido el papel de coproductor en los últimos cinco álbumes de JEEN y su fuerza al trabajar juntos brilla en esta canción. Su coro giratorio brilla a lo largo de la carne y de hecho induce escalofríos con facilidad, lo cual es una sensación difícil de ayudar a facilitar la canción.

Se levantarán un total de cuatro sencillos para promocionar el álbum. Otro es el líricamente conflictivo “Making Me Mad”, que avanza con orgullo con dos dedos firmemente levantados y una sensación segura de uno mismo como mayor.

También programado como single, “So What” podría ser la pieza emocional central del álbum. “¿Puedes quedarte un minuto más, sentarme en el sofá, hablarme hasta que me desmaye, y si fuera a mi manera, me quedaría ahí acostado y ahí nos quedaríamos, no me despiertes”. Es un sueño confuso como si el anhelo de conexión fuera emocionalmente identificable mientras la voz más suave de JEEN nos guía suavemente a través del momento como si nos llevara de la mano.

Otros momentos en los que JEEN realmente brilla incluyen “Good Omen”, que choca contra la carretera primaria en todo su esplendor difuso, “Give Myself Away” con sus ecos de aullidos oscuros y etéreos y “Rain Low”, que se encuentra agregando una capa más vulnerable y delicada. al álbum.