Leonardo Lamacchia – “Aurora”
“Mirarse al espejo significa mirar el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo. Cambiar con el tiempo y con la experiencia significa darse cuenta de que lo que ha sido no puede volver de la misma forma. La única forma de avanzar es amarnos a nosotros mismos y también amar los lados de nosotros mismos que más odiamos, llegando a una armonía y paz interior que nos puede ayudar a superar cualquier cosa. ‘Aurora’ es el himno de amor propio que siempre quise escribir y que siempre quise escuchar”.
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Zarah Westhouse – “With an Iron Heart”
De mi Ghostwriter: Presentamos a la enigmática artista Zarah Westhouse, una fuerza musical proveniente de los cautivadores paisajes de Suiza. Impulsada por el deseo de difundir la felicidad a través de su música, Zarah encuentra su musa en los ámbitos de los géneros electrónico, dance y pop dance. En los próximos meses, Zarah se está preparando ansiosamente para revelar al mundo sus fascinantes creaciones. Aunque está envuelta en misterio, abraza la emoción del anonimato, lo que permite que su arte hable más que cualquier detalle personal.
Inspirándose en la euforia de la música y la magia de lo desconocido, los paisajes sonoros de Zarah transportan a los oyentes a un reino de pura alegría y dicha. Sus ritmos y melodías contagiosos tejen un tapiz de emociones, dejando al público con ganas de más. Mientras el mundo espera ansiosamente bailar las cautivadoras melodías de Zarah Westhouse, ella permanece decidida en su misión de tocar corazones y elevar espíritus a través de su música, asegurando que su brillantez artística brille, incluso en las sombras.
Firstworld – “Whiteboy”
“Whiteboy” es una melodía envuelta en un brillante tapiz de disco pop de los 70, que palpita con cálidos tonos de guitarra y un hipnótico ritmo de órgano, pero que alberga una historia agridulce de la desaparición del amor. Narra la lucha por la devoción unilateral y la búsqueda desesperada de un amante por afirmarse en medio del afecto indiferente de su pareja. Pinta un retrato de lenguajes de amor incompatibles, donde fervientes súplicas de reconocimiento se encuentran con respuestas silenciosas de complacencia. Esta canción es para cualquiera que alguna vez haya amado con demasiada ferocidad, una odisea disco melancólica en los paisajes fracturados de la devoción no correspondida.