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Anddy Diga y su poética introducción al pop con “Náufragos”

Anddy Diga es una cantante del género pop/urbano entre otros, que abarca temáticas de amor, fiesta y de la vida juvenil. Todas las canciones incluyen elementos acústicos combinados con sonidos ambientales, beats y voz. Anddy es autora de sus propias, tiene trayectoria en teatro musical, modelaje, actuación y participación en reality shows como La Voz México 2020. Actualmente estará presentando poco a poco sus propias composiciones las cuales serán del agrado de todos.

Para su debut estrena “Náufragos“, una canción sobre la conexión humana y la vulnerabilidad del amor. Habla de esos momentos intensos en los que dos personas se encuentran y prometen ser eternas, aunque solo sea por un rato.

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Esta canción fue escrita a unos meses antes de su grabación, se usó una guitarra vintage que el productor tenia de hace años la cual dio ese sonido cálido y nostálgico encajando perfectamente con la vibra de la canción. Además, para hacerla especial incorporaron sonidos ambientales, entre ellos un par de sonidos con un salero. La producción y grabación fue realizada por Ian Reta en TaOm Producciones.

Yo estaba pasando por un momento de introspección y pensaba mucho en la conexión que tenía con alguien muy especial para mí. Quería capturar esa sensación de querer estar con esa persona, de sentir que el tiempo se detiene cuando estamos juntos, y poder decírselo indirectamente.

El estilo de Anddy Diga se caracteriza por su honestidad y pasión, elementos que son evidentes en “Náufragos”. Su voz, cargada de emoción, y la melodía envolvente crean una atmósfera que atrapa al oyente desde el primer acorde. Esta canción marca no solo el inicio de su carrera, sino también una promesa de lo que está por venir: una trayectoria llena de sinceridad y arte en su forma más pura. Este sencillo cuenta con un video oficial dirigido por Romina Hernández donde se narra justamente lo expresado en la canción.

Cada vez que escucho la canción, me recuerda a ese proceso tan íntimo y especial. Es una prueba de que, a veces, las cosas más sencillas pueden ser las más poderosas.