Al igual que las mareas de la Bahía de Fundy en la que creció, o la firme línea de la ciudad que se cierne a lo largo de su puerto, Kylie Fox se ha dedicado a perfeccionar su oficio como compositora desde que tiene uso de razón.
Al crecer con una madre que le cantaba y un padre que se sentaba al mando de cada fiesta en la cocina con su Yamaha y su voz desinhibida, Fox tuvo claro desde una edad temprana que la música era la forma de mostrar amor, de expresar el amor. identidad y cómo conectarse con las personas que la rodean.
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Grandiosa, etérea y épica, “‘Brandi Baby’ es mi canción sobre la mayoría de edad”, dice Kylie Fox sobre su nuevo lanzamiento. “Hace referencia a mis incómodos años de escuela secundaria, donde tenía la confianza para ir solo al baile de la escuela, mis primeros años de gira, donde mi ambición y mi agenda me impidieron tener muchas citas, hasta cuando encontré un gran amor en mi ahora prometido. y el baterista Ryan, donde me siento tan libre y seguro”.
Ella continúa: “Solía alisar mi cabello con Brandi Carlile todos los días en la escuela secundaria y ella se convirtió en una gran influencia para convertirme en músico. ‘The Story’ fue la primera canción que bailamos mi pareja y yo y la usaremos como nuestro primer baile en nuestra boda el próximo año”.
En 2020, lanzó su primer álbum de larga duración, Green, y ahora se está preparando para lanzar su segundo álbum de estudio, Sequoia, que se realizó con el apoyo de ArtsNB, Music New Brunswick y Canada Council for the Arts. Sequoia ha cobrado vida como un álbum de 11 pistas, desarrollado con su banda y el productor seis veces ganador del ECMA, Daniel Ledwell (Jenn Grant, Fortunate Ones, The Good Lovelies). Sequoia está profundamente arraigada en elementos folk-canadienses que han caracterizado la carrera de Fox, al tiempo que explora la fusión de folk-rock y jazz-pop. El LP podría describirse como Barrio Sésamo de los 70 y Sharon Van Etten.
