Daban las 7:00 p.m. de la noche, la Carpa Astros abría sus puertas para dar acceso a todos los entregados fans que morían por ver a The Adicts. Dentro del recinto se podían observar que los asistentes portaban esos chalecos con estoperoles, moicas peinadas con un sólido resistol, caras maquilladas, vestimentas de la tan famosa película de Stanley Kubrik, no cabe duda que el espíritu del punk se encontraba invadiendo a todos dentro del lugar.

La Carpa comenzaba a llenarse de gente, muchas personas apartando sus lugares hasta la barricada, otros tantos afuera disfrutando de una cerveza o algún alimento. Las bandas abridoras ya estaban tocando en el escenario, primero fue el turno para Garrobos, posteriormente para Los Pardos y el tercer y último grupo telonero, fue Migraña Social. Todos ellos se encargaron de calentar motores, demostrando su postura antifascista y el apoyo que tenían para este, su país.

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Los fans se encontraban cada vez más desesperados por ver a la agrupación encabezada por “Monkey”, mientras hacían los cambios de bandas, la consola lanzaba canciones aleatorias que eran interpretadas por la mayoría, el ambiente estaba más que encendido.

Después de una larga espera de “soundcheck”, el momento se acercaba cada vez más, una gran lona con el logo de  The Adicts, cayó sobre el escenario, la gente no cabía en sí, se escuchaban los gritos por querer ver a su banda favorita.

Eran las 9.30 de la noche, el momento había llegado, las luces se apagaron y un intro comenzó a sonar con una conocida rola de los Ramones, la banda había pisado por fin el escenario, solamente le faltaba la cereza al pastel… Keith Warren.

Los instrumentos comenzaron a sonar, y el álbum And It Was So estaba listo para estrenarse en la Ciudad de México. El energético vocalista saltó a escena portando unas increíbles “alas” brillantes, las canciones eran interpretadas por todos y cada uno de los presentes, una energía de otro planeta nos hizo no parar de brincar. Todo era fiesta, papeles volaban en el aire, cartas arrojadas por Monkey, luces por todos lados al ritmo de canciones conocidas desde hace más de 40 años.

Interpretaron temas como ‘Bad Boy’, ‘I Am Yours’, ‘Viva la Revolution’, ‘Joker in the Pack’, entre otros. Llegó un momento que nadie podía creer, la euforia estaba a flor de piel, los vendedores de cerveza estaban bailando sin parar, el personal de seguridad no había terminado de sacar a una persona, cuando otra ya se había colado por encima de la barricada. No obstante, el vocalista de la agrupación comenzó a escalar por los metales que contenía el escenario, no hubo un sólo momento en que la emoción se fuera.

Daban las 10:50 de la noche, la etapa final llegó por desgracia al ritmo de ‘Chinese Takeaway‘, los papeles volvieron a volar, pelotas gigantes eran golpeadas entre el público, las baquetas fueron regaladas, vasos de cerveza se podían observar por los aires, todo esto aunado era prueba de que The Adicts había llegado a México y una vez más nos demostraron el por que son una iconica banda de punk y ese legado nadie se los podrá arrebatar.

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