En su segundo sencillo, “Cigarro de Córtex“, diego del alma nos invita a una exploración profunda de la existencia humana. La canción relata la travesía de alguien que ha perdido su más grande deseo y, en su desesperada búsqueda por encontrar un nuevo significado, se da cuenta de que la verdadera esencia de la vida no radica en alcanzar una meta final, sino en los aprendizajes, encuentros y transformaciones que ocurren en el camino. Es una metáfora sobre la constante evolución del ser, donde cada paso, cada decisión y cada momento son un acto de resistencia y esperanza.
El proceso creativo de diego del alma con “Cigarro de Córtex” va más allá de lo musical; es una expresión de su filosofía personal, donde el dolor y la pérdida se transmutan en crecimiento y entendimiento. A través de sus letras y melodías, Diego nos muestra que, aunque el destino puede ser incierto o incluso inalcanzable, hay una fuerza vital en el acto de buscar, de no quedarse quieto, de seguir avanzando a pesar de todo. La canción nos recuerda que la vida es un ciclo interminable de comienzos, de dejar atrás lo conocido para abrazar lo que está por descubrir.
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“Todo empezó con la idea de crear un beat de rap diferente, inspirado en los inicios de Tyler The Creator. Terminé el beat, tiempo después recordé una línea de bajo muy padre que había creado y decidí aumentar el tempo del track empezando a jugar con el piano fluyendo de manera natural. Sin mentir, terminé la canción en dos días. Casi siempre escribo la letra al mismo tiempo que la música, pero en este caso, la música se desarrolló tan rápido que la letra tuvo que esperar. Al escucharla, sentí una sensación de libertad, resurrección, nacimiento, y a partir de ahí nació la idea.”
Con este lanzamiento, Diego del Alma nos confronta con la idea de que no se trata de obtener todas las respuestas, sino de encontrar preguntas que valgan la pena ser vividas. “Cigarro de Córtex” es una invitación a reflexionar sobre nuestras propias búsquedas personales, a valorar cada momento del trayecto, por más incierto o caótico que sea. Porque al final, lo que define nuestra existencia no es la meta que alcanzamos, sino el cómo elegimos recorrer el camino.