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Con un ambiente íntimo y lleno de emociones, el sábado 18 de mayo el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris abrió sus puertas para la presentación de Silvana Estrada.
Benjamín Walker con una guitarra y una luz iluminándolo dio comienzo a lo que sería una gran noche. El chileno agradeció a Silvana la oportunidad de abrir el show, se disculpó por si las canciones que iba a interpretar deprimían pero en Chile es invierno y eso los deprime. Después de cinco temas el cantante se despidió, la luz que lo iluminaba fue desvaneciéndose.
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Se prendieron las luces tenues del teatro para segundos después volverse a apagar y sólo unas pequeñas luces en el escenario iluminaron el lugar y para así adentrarse a la música de Silvana, todos sus asistentes se mostraron emocionados por verla.
La cantante mexicana apareció en el escenario descalza con un vestido rojo, tomó asiento en una silla de madera que se encontraba en medio del escenario, sobre un tapete de palma tejida. Y así empezó a cantar a capella un breve intro para posteriormente escuchar “Un día cualquiera” y mientras se interpretaba Roberto Verástegui la acompañó en el piano. Posteriormente en “Qué Problema” hizo presencia José Andrés Marquez en la batería; al interpretar “Detesto en mí” llegó Luri Molina para hacer sonar el contrabajo, por último en “La Corriente” Diego Franco hizo presencia con el saxofón.
Agradeció a los asistentes por estar ahí, y entre el público se escucharon “Arriba Veracruz”, “Te amo”, “Chingona”, demostrando de manera particular su apoyo hacia la cantante. Silvana habló acerca de una dinámica que se realizó por redes sociales, mencionando que “El ritual de escribir es maravilloso” y es evidente que es algo que ella hace a menudo y así presentó “Carta”, un tema muy esperado por el público, “Te guardo” sonó después.
A partir de “El agua y la miel”, Jimena Estibaliz acompañó a Silvana Estrada realizando dibujos del tema, dibujos que los asistentes observaron en una pantalla en el escenario. Así fue transcurriendo el tiempo, mientras que afuera llovía dentro del teatro se sentía un ambiente cálido. La cantautora mexicana presentó “Casa” como una canción que le pone triste pues la compuso cuando dejó su hogar, la dedicó a sus padres y el público la disfrutó.
Y por fin llegaba la hora de escuchar el tema que le da nombre a su próximo material discográfico “Marchita”, no sin antes mencionar su amor por el drama, a José Alfredo Jiménez y que es precisamente el amor al drama lo que englobó ese momento que se estaba viviendo. Después Benjamin Walker regresa al escenario para unir su voz con la de Silvana interpretando “Cielito lindo“.
Presentó “Brindo” diciendo que para ella es un tema de festejo, el festejar estar con su público, una manera de decirles lo que siente y vive, “Es un milagro y es un milagro nuestro”.
Posteriormente le pide al público cantar para interpretar “Se me ocurre”, y los asistentes la acompañan a mitad de la canción. Con “Al norte” pareciera que daba por finalizado ese momento tan íntimo, sin embargo tras los gritos de “otra, otra” y con las lámparas de los móviles iluminando el teatro, Silvana regresa para interpretar “Milagro y desastre” en donde realizó un loop con su voz, dejando asombrados a los asistentes. “Ser de ti” suena ya en lo que sería la fase final del concierto, presentó con gran cariño a su banda y por último interpretó “Sabré olvidar” y “Tonada de Ordeño”.
Sin duda alguna fue una noche que Silvana Estrada y los asistentes no olvidarán, se demostró que el amor y la pasión con la que realiza las cosas la llevarán lejos.