Con una base en el rock canadiense y una inclinación por crear jams de guitarra ruidosos, la mezcla única de géneros de Cuff The Duke ha escapado constantemente de los confines de la clasificación simple, lo que les ha ganado un lugar de honor bajo el paraguas de lo “alternativo”. Seis álbumes, un par de reconocimientos JUNO, incontables millas recorridas en la carretera, incluyendo compartir escenarios con grupos icónicos como Blue Rodeo, Hayden, Sloan, Nick Cave & the Bad Seeds y Calexico. Y luego, ¡puf! Un grupo que desapareció durante 10 años, tocando solo un puñado de shows en ese tiempo. Pero como todas las grandes historias, la suya tiene un giro: Cuff The Duke ha resurgido de las sombras.

El álbum de regreso de la banda, Breaking Dawn, es una exploración profundamente personal del viaje del líder Wayne Petti con la salud mental. Petti, que ha pasado los últimos ocho años trabajando como representante de artistas para artistas de renombre como The National, Owen Pallett, Broken Social Scene y Jennifer Castle, se encontró luchando con la idea de equilibrar sus roles como representante y artista.

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Luché con la idea de trabajar con artistas increíbles e inspiradores en esa capacidad y seguir siendo un artista a mi manera. Finalmente me di cuenta de que lo único que me detenía era YO. No hay reglas sobre cómo uno puede y no puede ser creativo. Me di cuenta de que no me importaba cómo saliera ni quién lo escuchara; lo único que importaba era que me permitiera crear algo solo porque finalmente sentí que lo necesitaba. – Wayne Petti

Las canciones del nuevo álbum reflejan el proceso de Petti de llegar a un acuerdo con su salud mental, capturando las distintas etapas de su viaje. Los interludios musicales a lo largo del disco sirven como una representación de la ansiedad omnipresente que ha aprendido a manejar. Al mismo tiempo, las canciones en sí mismas ofrecen una sensación de alivio y catarsis.

Originalmente escrita sobre una mujer que navega por el mar en busca de su marido, que era marinero y no regresó de su último viaje debido a una tormenta, la canción central de Breaking Dawn, “Ballad of the Breaking Dawn”, sirve como una metáfora básica de emprender la búsqueda del propio camino y de uno mismo y, en última instancia, sentirse completamente perdido en el mar.

“Al final, sentí que una saloma no estaba funcionando realmente, y muchas de las letras reflejaban lo oscuro que me sentía en ese momento”, explica Petti. “Voy y vengo entre sentirme, a veces, confiado y seguro, pero también completamente perdido y arrastrado por mi incapacidad de enfrentar mi estado mental”.

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