El Teatro Metropólitan fue testigo de como La Barranca, uno de los grupos que se han vuelto emblemáticos dentro del rock mexicano celebraron los primeros 20 años de sus primeras grabaciones Noche de Fuego y Tempestad haciendo como siempre gala de virtuosismo y mucha destreza musical. Aunque no los consideran mucho como una “banda comercial” tuvieron una gran entrada digna de lo que estaban celebrando.

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Los músicos iniciaron el concierto con el tema ‘Al Final de la Playa‘ con la alineación actual, ya que uno de los atractivos que ofrecía este recital en el Metropólitan era el de poder ver a la primera alineación de La Barranca y a la nueva generación que acompaña a José Manuel Aguilera. Durante la primer parte del concierto se escucharon canciones como ‘El Gran Pez’ y ‘Ni siquiera Dios’, mismas que fueron interpretadas en formato de “Power trio” (únicamente guitarra, bajo y batería) que sin duda deleitaron a un público habido de escuchar la destreza con la que Aguilera y compañía ejecutan sus melodías.

Los momentos más emotivos comenzaron con el ingreso al escenario de Cecilia Toussaint, quien hizo una exquisita interpretación de ‘El Desafío’, eso dio paso a que otros ex-miembros de La Barranca accedieran al escenario, como Alfonso André y Federico Fong, fundadores del grupo que acompañaron a Aguilera como en aquellos ayeres, para crear un momento nostálgico en un concierto que justamente quería provocar emociones.

Hay canciones que dice José Manuel Aguilera que no han tocado en vivo porque sería impensable tocarlas en formato de trío, pero ahora que había muchos músicos sobre el escenario se iban a dar ese gusto, y fue así como los sencillos ‘Cometa’ y ‘Reptil’ se escucharon en vivo como en sus versiones originales, con mucha instrumentación y mucho punch.

La Barranca tomó un pequeño descanso entre ejecutar un disco y otro, regresaron igual, haciendo todo un ensamble con distintos músicos sobre el escenario del Metropolitan, una gran producción donde una pantalla gigante proyectaba alucinantes imágenes que nos recordaban lo placentero que era escuchar sus dos primeras grabaciones en vivo con la misma frescura de hace 20 años.

Por otro lado, los músicos agradecieron que haya un público tan fiel a su música, pues saben que pudieron ofrecer un gran show, en el que lograron conmover y emocionar a esa gente. Se despidieron con ‘Cuervos’ y con ‘Día Negro’ dejando muy en claro que la creación musical continuará.

Fotografías: Ocesa.