Se cumplieron 20 años de aquél emblemático “¿Donde jugarán las niñas?” el álbum debut de Molotov que causó gran controversia en su momento por su estilo letrístico tan irreverente, pero que marcó a toda una generación que aún lo sigue escuchando y a otras nuevas que lo han vuelto un material que hoy en día sigue sonando fresco; tal y como lo pudimos constatar el pasado viernes en el Palacio de los deportes.

Ante una espectacular entrada que se pensaría que solo logran bandas internacionales como U2 o Muse, Molotov realizó la fiesta de aniversario a su primer álbum discográfico logrando convocar a muchísimos de sus fans que los siguen desde entonces, después de un acto abridor a cargo de Simpson Ahuevo que cumplió con mantener a la gente de buen ánimo ante la espera de sus ídolos. En punto de las 9:15 de la noche, Molotov apareció en el escenario con una escenografía sencilla que nos recordaba que el gran protagonista de la noche era este festejado primer material.

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Desde el principio la gente les agarra la onda, Molotov parece no esforzarse en conectar con el público, recordemos que en su primer material la gran mayoría de las canciones fueron hits, así que al recorrer todas los sencillos de este disco, uno por uno los coros estaban garantizados y la banda lo sabía, esta era su tocada, era su festejo y lo estaban disfrutando como tal.

Fue un gusto real poder escuchar este disco en vivo de un jalón, temas como ‘Mas vale Cholo que mal acompañado’, ‘Voto Latino’ o ‘Cerdo’ que nos hacen recordar varias cosas y nos hacen saltar o hacer slam como la primera vez que los escuchamos, fueron tocadas; sin duda alguna las canciones más coreadas de la noche fueron las que llevan las palabras que nos encanta gritar para sacar el estrés, nos referimos a ‘Chinga tu madre’ y ‘Puto’, con esto Molotov nos recuerda porque fue que este disco nos hizo sentirnos tan diferentes al escucharlo en aquellos ayeres.

Los músicos dejaron el escenario por un rato, no sin antes avisar que los esperáramos un momento. Tardaron alrededor de 20 minutos y ante la desesperación de la gente salió Paco Ayala a decirnos que Randy se había lastimado una rodilla, mientras el baterista se reponía, invitó a algunos miembros del público a jugar “manitas calientes” con él, una forma muy extraña de hacer encore pero con Molotov todo está permitido, porque siempre han tenido ese estilo de hacer las cosas de un modo en el que demuestran que no les importa lo que piensen de ellos, por eso Molotov a pesar de los años sigue siendo Molotov.

Enseguida siguió una lluvia de éxitos de otros discos tales como ‘Apocalipshit’, ‘El carnal de las estrellas’ y ‘Frijolero’, la fiesta continuó y aunque ya no es la misma energía de cuando tocaron “¿Donde jugarán las niñas?” de principio a fin, si es un gran concierto que no defraudó a los 22,000 fans que se dieron cita a vivir la locura y música de Molotov en el famoso Domo de Cobre.

Fotografías: cortesía de Ocesa.