
Hay bandas que desaparecen. Y hay bandas que se repliegan para volver con más fuerza. Princesa Cereza eligió la segunda. Luego de un paréntesis y reestructuración, el grupo yucateco regresa con Uno Dos Tres, un sencillo que suena como lo hacen los comienzos verdaderos: con fuerza, con intención y sin miedo a mostrar las cicatrices.
Este no es el mismo grupo que escuchamos antes. La alineación ha cambiado, pero el pulso sigue intacto: ese pulso que late entre el pop, el rock, indie y mucho sintetizador con toques oscuros, entre la introspección y el deseo de decirlo todo sin adornos. Ahora, Princesa Cereza suena más directo, más crudo, más real.
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Uno Dos Tres tiene algo de mantra y algo de catarsis. Es el conteo que antecede un salto, una confesión disfrazada de melodía. La producción sigue fiel a su universo sonoro: limpio, atmosférico, cargado de pequeños detalles que revelan la historia detrás. Pero esta vez hay un nuevo elemento: determinación. El silencio no los apagó, los transformó. Vuelven con más presencia, más claridad y con una energía que no busca agradar, sino conectar de frente. Este regreso no se trata de recuperar lo perdido, sino de reclamar lo que es suyo por derecho: su voz, su espacio, su arte.
Uno Dos Tres no es solo una canción, es un aviso. Princesa Cereza está de vuelta. Y no viene a buscar aprobación. Viene a recordarnos que crear también es un acto de resistencia.
La maqueta fue principalmente compuesta y producida por Uriel Lechuga, co-producido y arreglos por Alejandro Solís (guitarrista de DJ Perro), La letra fue escrita por Javier Alejandro Avila Cortez (AKA. “Kontax”), Héctor De La Victoria escribió las baterías y tanto Christian Cervera como Ángel Nexticapan se encargaron de los arreglos de sintetizador como guitarras y detalles de ambientación.