The Dream Eaters – “I AM BLEEDING INTERNALLY”

Los Dream Eaters han pasado de ser una banda de dream pop a convertirse en un proyecto de videoarte completo con un extenso catálogo de videos musicales extraños y de humor negro de sus pegadizas canciones pop. El dúo comenzó a trabajar juntos después de que la vocalista Elizabeth LeBaron, originaria de Calgary, comenzara a trabajar en el mismo bar que el cantante y compositor Jake Zavracky, originario de Boston, en el barrio Gowanus de Brooklyn.

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“I AM BLEEDING INTERNALLY” es su versión de la fusión de synth-pop y country. Su macabro sentido del humor brilla, y Elizabeth cita su letra favorita, “Ahora estoy llorando en el suelo de una tienda Walmart”, como “visceral y preocupantemente identificable”. Jake añade que “la mayoría de nuestras canciones tratan sobre cómo lidiar con problemas emocionales y las letras son el tipo de cosas que murmuras en voz baja cuando estás caminando enojado”.

Trichia Grace-Ann – “Daydreaming”

Trichia Grace-Ann, la talentosa vocalista y pianista de Mumbai, India, nos presenta su nueva canción titulada “Daydreaming”, en colaboración con Evan Bismarck en la guitarra. Esta emotiva composición explora los desafíos de la larga distancia en las relaciones, tejiendo entre la realidad y los sueños con el ser querido ausente. Con melodías dulces y letras evocadoras, la canción captura la intensidad del deseo de reunirse pronto, contrastado con la impaciencia que surge durante la espera hasta el próximo encuentro. “Daydreaming” es una reflexión conmovedora sobre el anhelo y la conexión emocional que persiste a pesar de la distancia física.

WAASH – “Might As Well Know”

Incluso si el nuevo álbum de WAASH refleja la sabiduría de retirarse, el proyecto también encontró al compositor Andrew Bishop cultivando amistades con varios colaboradores familiares. Las letras a menudo fueron coescritas con Courtney Ewan Hancock, la socia de Bishop desde hace mucho tiempo en el grupo de pop-rock Twin River, y Louise Burns, la estimada compositora y productora que Bishop conoció cuando entró brevemente en su banda de respaldo hace una década.

La canción principal, “Might As Well Know”, fue escrita y grabada durante la primera sesión del álbum. Bishop había estado trabajando en un puñado de demos y esta fue la canción que realmente marcó el ritmo. Fue enérgico, divertido de tocar y dejó mucho espacio para que los músicos dieran su propio toque.