El sexto álbum de estudio de Michael Bernard Fitzgerald, Horizon Lines, es una colección de canciones que reflejan un conjunto de sentimientos que, en su opinión, son bastante universales en estos días.

“Hay tanto por hacer, los días se hacen más cortos, se controla el estrés y el ritmo se acelera. Creo que la letra habla de redoblar la esperanza de superarlo todo y apreciar los hermosos momentos que se dan en el camino”, explica Fitzgerald. Escucha Horizon Lines AQUÍ.

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Junto con su amigo de toda la vida y productor de confianza Josh Rob Gwilliam, la pareja abordó sus nuevas realidades de paternidad y el mundo de la reapertura colaborando de forma remota: compartiendo notas de voz, loops de percusión y archivos de audio entre noches de insomnio y siestas.

Este enfoque poco convencional dio lugar a un disco que captura la esencia de encontrarse a uno mismo de una nueva manera, a menudo con los suaves sonidos de la vida familiar de Fitzgerald abriéndose paso en las mezclas finales.

La canción principal de Horizon Lines combina elementos orgánicos y electrónicos (guitarra acústica, grandes tambores en los agudos, omnichord procesado y bajo de órgano) para traducir la experiencia de Fitzgerald de las hermosas líneas del horizonte como el recordatorio siempre presente de los días que pasan.

Sentí que los días se deslizaban, marcados por estas hermosas líneas de color al amanecer y al atardecer. Los días mismos se mezclaban en una especie de neblina. Me sorprendí notando lo hermosos que se veían los colores desde la ventana, pero sintiendo que los días se deslizaban al mismo tiempo. Hay belleza en el momento, cosas por las que estar agradecido, y los capítulos actuales seguirán evolucionando. Eventualmente habrá calma y descanso y todo será parte de la historia.